Queridísima y Excelentísima Sra Alcaldesa de Pamplona:
En sus manos está la decisión de que finalmente en Pamplona se coloque la Estatua de Juan Pablo II.

En sus competencias municipales está la difícil decisión de colocar la estatua de aquel que se negó a investigar los casos de abusos sexuales cometidos por los trabajadores de la Santa Madre Iglesia en miles de niños y niñas. En mi opinión difícil decisión,,,,,, Sra Alcaldesa

Si persiste Ud en su empeño de colocar la Estatua de un personaje tan sumamente siniestro el que aquí suscribe se verá en la obligación de iniciar, promover, y o suscitar cuantas actuaciones legales oportunas haya que efectuar para que finalmente se haga justicia con las destrozadas vidas de todas estas personas violadas en nombre de la Santa Madre Iglesia bajo el mandato del PAPA al que Ud quiere colocar una estatua.


Por último quiero hacerle esta pregunta: ¿que pensaran esos niños y niñas a su paso por la Capital del Reyno de Navarra al ver la estatua de aquel que se negó a investigar los abusos sexuales cometidos bajo su mandato papal?
De todas formas si siguen en su empeño de insultar a las víctimas de tan aberrantes delitos con la colocación de la estatua, siempre nos quedara la posibilidad de la desobediencia civil y cabal.